El número de estadounidenses que visitaron Cuba aumentó en 118 por ciento entre enero y marzo, según estadísticas de expertos de la industria, divulgadas el pasado día 21 por la televisión de la isla.
Ese incremento representa más del doble que en el primer trimestre de 2016 y en este momento sitúa a los visitantes estadounidenses en segundo lugar, detrás de los viajeros de Canadá, que sigue siendo el principal mercado de la isla, dijo el economista José Luis Perelló.
En los primeros cuatro meses de 2016, más de 94.000 ciudadanos estadounidenses visitaron Cuba y el número total para ese año fue de 284.937, crecimiento del 74% respecto a 2015, según datos del Ministerio de Turismo (Mintur).
Perelló dijo que el número de visitantes norteamericanos contrasta con las reducciones de vuelos y reajustes en sus operaciones hacia Cuba realizados por aerolíneas estadounidenses, autorizadas para hacer hasta 110 frecuencias diarias después del restablecimiento de vuelos comerciales a Cuba en 2016.
En marzo pasado, las aerolíneas estadounidenses de bajo costo Silver Airways y Frontier suspendieron sus vuelos a Cuba por saturación en la oferta, mientras que otros como American Airlines, JetBlue y Spirit han reducido sus frecuencias y han enviado aviones más pequeños.
El especialista también señaló que un estudio de las agencias del Departamento de Comercio de EE.UU. indicó que una vez establecida una embajada del país del norte en La Habana, un millón de estadounidenses podrían visitar la isla, pero el 60 por ciento de ellos preferiría hacer el viaje en cruceros.
Pero tanto el inicio de los vuelos regulares como los cruceros de Estados Unidos en 2016 han contribuido al aumento de viajeros a pesar de que los ciudadanos de ese país todavía no pueden viajar como turistas a la isla.
Sus visitas a Cuba están restringidas y protegidas en una de las doce categorías autorizadas por el gobierno de Washington, debido al embargo económico y comercial que aplica al país caribeño.
Según los cálculos de los analistas, al levantar la prohibición de los EE.UU. a sus ciudadanos a viajar a la isla como turistas, podrían entrar en una primera vez hasta dos millones de estadounidenses al año, lo que podría llegar a cinco millones en el mediano plazo.
El turismo representa el sector más dinámico de la economía cubana y la segunda fuente de ingresos en el país detrás de la venta de servicios profesionales en el extranjero.
Ese incremento representa más del doble que en el primer trimestre de 2016 y en este momento sitúa a los visitantes estadounidenses en segundo lugar, detrás de los viajeros de Canadá, que sigue siendo el principal mercado de la isla, dijo el economista José Luis Perelló.
En los primeros cuatro meses de 2016, más de 94.000 ciudadanos estadounidenses visitaron Cuba y el número total para ese año fue de 284.937, crecimiento del 74% respecto a 2015, según datos del Ministerio de Turismo (Mintur).
Perelló dijo que el número de visitantes norteamericanos contrasta con las reducciones de vuelos y reajustes en sus operaciones hacia Cuba realizados por aerolíneas estadounidenses, autorizadas para hacer hasta 110 frecuencias diarias después del restablecimiento de vuelos comerciales a Cuba en 2016.
En marzo pasado, las aerolíneas estadounidenses de bajo costo Silver Airways y Frontier suspendieron sus vuelos a Cuba por saturación en la oferta, mientras que otros como American Airlines, JetBlue y Spirit han reducido sus frecuencias y han enviado aviones más pequeños.
El especialista también señaló que un estudio de las agencias del Departamento de Comercio de EE.UU. indicó que una vez establecida una embajada del país del norte en La Habana, un millón de estadounidenses podrían visitar la isla, pero el 60 por ciento de ellos preferiría hacer el viaje en cruceros.
Pero tanto el inicio de los vuelos regulares como los cruceros de Estados Unidos en 2016 han contribuido al aumento de viajeros a pesar de que los ciudadanos de ese país todavía no pueden viajar como turistas a la isla.
Sus visitas a Cuba están restringidas y protegidas en una de las doce categorías autorizadas por el gobierno de Washington, debido al embargo económico y comercial que aplica al país caribeño.
Según los cálculos de los analistas, al levantar la prohibición de los EE.UU. a sus ciudadanos a viajar a la isla como turistas, podrían entrar en una primera vez hasta dos millones de estadounidenses al año, lo que podría llegar a cinco millones en el mediano plazo.
El turismo representa el sector más dinámico de la economía cubana y la segunda fuente de ingresos en el país detrás de la venta de servicios profesionales en el extranjero.
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